Hay días cuando tienes que hacer la comida, te encuentras que no te viene nada a la cabeza y en cuanto entras en la cocina, parece que sea la nevera tu musa y empiezas a mirar lo que tienes aquí y allá y como por arte de magia, enciendes los fogones y una cacerola por aquí, una sartén por allá y en un plis plas, ves que dentro de estos cacharros ya hay algo que empieza a humear y que seguro que hará las delicias de la familia.
En ésta ocasión eso es lo que me ha pasado, que tenía unas gulas que pronto caducarían y que tenía que hacer algo con ellas y un poco de espinacas de la cena del día anterior, pero claro ambas cosas juntas eran poca cosa, así que he ido a la despensa y¡¡¡¡ ohhh sorpresa!!! un paquete de tagliatelle.
Dicho y hecho, manos a la obra, hay que aprovechar los ingredientes pues no están las cosas para que se nos estropeen los alimentos en la nevera.
El resultado ha sido espectacular, ese sabor que dan las gulas al ajillo con ese toque picantito y la pasta, todo un puntazo.
Os invito a que lo preparéis y ya me contáis el resultado.
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